En esta guía explicaremos qué es, de qué se trata, a quién afecta, y a partir de cuándo entra en vigor.
El 5 de diciembre de 2023 se aprobó el Reglamento del Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal o mejor conocido como la Ley Antifraude.
Nota: A pesar de que en este artículo tocaremos todos los puntos, nos centraremos principalmente en las regulaciones que están introduciendo a los programas de contabilidad y facturación.
La Ley Antifraude, como su nombre lo indica, es una regulación muy extensa que fue creada para luchar contra el fraude fiscal. Esta abarca muchos puntos como las sucesiones, las criptomonedas, pagos en efectivo y los paraísos fiscales.
La Ley Antifraude busca luchar contra el fraude fiscal y las distintas formas de cometerlo a día de hoy, sobre todo los que ocultan ingresos en efectivo.
Normalmente, los negocios que realizan esta práctica suelen tener dos maneras de hacerlo.
Estos son programas que permiten tener una contabilidad ‘oficial’ para Hacienda, y otra contabilidad oculta o en ‘B’. Ayudando así a no declarar una parte de las ventas para eludir impuestos como el IVA o el IRPF.
La Ley Antifraude busca penalizar por primera vez el uso y la producción de este tipo de software porque.
La iniciativa busca también controlar los pagos en efectivo. Estos se reducen para determinadas actividades económicas de 2.500 a 1.000 euros, con sanciones de un 25% de la operación para quienes lo incumplan.
Y disminuye de 15.000 a 10.000 euros, para particulares con domicilio fiscal fuera de España.
Los establecimientos permanentes en territorio español, que ofrezcan servicios relacionados con monedas virtuales, deben informar sobre saldos de estas. Además, se deben comunicar las operaciones con monedas virtuales como adquisiciones, transmisiones y transferencias.
La ley también aborda a fondo el concepto de paraísos fiscales, cuya lista se actualizará de manera periódica. Dichos paraísos fiscales se denominan “jurisdicciones no cooperativas”, y su vinculación es internacional.
La Ley Antifraude afecta tanto a las empresas y autónomos que tengan sede en España como a los productores de software de facturación y contabilidad.
Esta normativa los obliga a contar con un software de facturación. Ya sea uno gratuito que provea el Estado o una solución creada por un proveedor privado como Rsoft.
La ley afecta principalmente a los fabricantes, productores y comercializadores de software de contabilidad, facturación o de gestión que deben adaptar sus productos a una serie de requisitos que revisaremos más adelante.
A pesar de la rigidez de la normativa, existen algunas excepciones para:
Hasta el momento de la introducción de la Ley Antifraude, obviamente, el fraude era un crimen, pero tener un software de doble uso no era algo sancionable. La Ley Antifraude cambia esto al penalizar la tenencia de un programa de estos.
Existen multas para los que no se adapten, tanto para los usuarios como los proveedores. Las sanciones alcanzarán:
La reforma del software antifraude entró en vigor el 11 de octubre de 2021 y el Consejo de Ministros aprobó el reglamento el 5 de diciembre 2023. Es en este reglamento donde se explican los requisitos que deben ser cumplidos por los programas de facturación.
Los desarrolladores y fabricantes tienen hasta nueve meses desde la aprobación del reglamento para adaptarse a la normativa. Es decir, el 5 de septiembre de 2024.
Este reglamento se aplicará a todas las empresas y autónomos que utilicen software de facturación a partir del 1 de julio de 2025.
A pesar de tener varias cosas en común, estas normativas son diferentes.
Lo que tienen en común estas normativas es que obligan el uso de un programa de facturación en la nube que permita emitir facturas electrónicas. Sigue leyendo sobre la ley CREA Y CRECE
Para asegurar que todos estos requisitos se cumplen, el reglamento de la Ley Antifraude establece que los productores de software de gestión deben certificar que sus productos garanticen la integridad, conservación, legibilidad, trazabilidad, accesibilidad e inalterabilidad de los registros.
El software deberá generar una factura y su registro en el sistema por cada transacción y estas deben incluir:
El software deberá usar una estructura de código como una tabla hash encadenada. Esta se utiliza para almacenar y recuperar datos de manera eficiente. Funciona como una especie de ‘mapa’ o ‘diccionario’ en el que se pueden asociar claves con valores.
Esta permite realizar operaciones de manera muy eficiente, y ofrece seguridad y trazabilidad en la contabilidad.
El software deberá tener la capacidad de remitir de forma segura los registros de facturación a la Agencia Tributaria. Esta conexión debe ser continuada, segura, correcta, íntegra, automática, consecutiva, instantánea y fidedigna.
Cada registro y su firma correspondiente debe estar a disposición de la Administración cuando esta lo solicite.
El software deberá impedir la modificación, anulación y encubrimiento de datos y garantizará la trazabilidad de los mismos. También se debe poder verificar su rastro siguiendo la secuencia de creación desde el primer al último paso.
El software deberá disponer de un registro de eventos o de actividad en el que se guarden determinadas interacciones, operaciones o sucesos ocurridos durante su uso.
Este debe recoger automáticamente todas las interacciones con la plataforma, las operaciones realizadas y los sucesos producidos durante su uso, como el arranque y parada del sistema, la entrada y salida de usuarios, los errores producidos, la instalación inicial y las actualizaciones realizadas.